El proyecto
Objetivos
Objetivo general
Implementar herramientas para el sector trufero que favorezcan el posicionamiento y competitividad en los mercados, mediante la co-creación y cooperación entre todos los actores de la cadena de valor.
Objetivo 1
Identificar el perfil del consumidor de trufa negra y ampliar su consumo a nuevos segmentos de mercado.
Resultado 1: Generación de un ecosistema socio-económico y tecno-cultural del sector, que interaccione con la sociedad:
En España se exporta alrededor de un 90% del total de la producción y existe muy poca cultura gastronómica alrededor de la trufa. Por ello van a ejecutar un catálogo de actuaciones para incrementar el conocimiento de este producto entre los consumidores y favorecer la demanda interna. Las acciones estarán presentes a lo largo de toda la cadena de valor de la trufa: cómo se producen las trufas y en qué territorios, identificar rutas turísticas alrededor de la trufa, calidades, puntos de venta, conservación del producto una vez adquirido, cómo cocinarla en casa y en qué restaurantes la pueden degustar.
La implicación de los consumidores en esta acción junto con productores y comercializadores, es de vital importancia para mejorar el conocimiento del producto y el aumento del consumo interno y de cercanía.
Resultado 2: Homologación de estándares o criterios de calidad para la comercialización de trufa negra por el productor primario:
Ante un mercado global con fuerte presencia de empresas francesas e italianas, se hace necesario una estandarización de perfiles de calidad para los productos de trufa negra producidos en España. Es fundamental adaptarse a las necesidades de los mercados de cercanía y a las características de su proceso de producción, facilitando su diferenciación a partir de productos de calidad y obtener un valor añadido. Esta estandarización de calidades aportará claridad y transparencia tanto en las primeras transferencias de la cadena de valor del producto como las realizadas al consumidor en su eslabón final.
Resultado 3: Desarrollo de mercados pilotos, como ejemplo para su establecimiento en otras zonas productoras de trufa negra, contribuyendo a la comercialización de proximidad:
Estos mercados pilotos de Trufa negra tendrán una vocación trufi-turística siendo el punto de encuentro el entre los operadores primarios: truficultores y los consumidores, final de la cadena de valor. Con ello se pretende acercar el producto al consumidor final y favorecer el comercio de cercanía de la trufa negra en las zonas de producción. Serán por tanto espacios de venta directa desde el productor al consumidor, con total transparencia y seguridad alimentaria mediante la implantación de una metodología común en todos ellos para el control de la calidad, origen y trazabilidad.
Objetivo 2
Incorporación de valor añadido mediante diferenciación de la trufa negra, favoreciendo su posicionamiento en los mercados y la comercialización directa por el productor.
Resultado 4: Co-creación de un Smart Label para la trufa negra:
España es el principal productor de trufa negra (Tuber Melanosporum) del mundo. Sin embargo, esta realidad es muy poco conocida entre otras razones porque su comercialización ha sido realizada tradicionalmente por empresas francesas. Tanto es así que en los mercados internacionales se conoce la trufa negra como “Trufa del Périgord”. [El Perigord es una región histórica y antigua provincia de Francia situado en la región de la Nueva Aquitania, al sudoeste del país galo]
Para conseguir ese objetivo de identificación de producto en los mercados internacionales se ha apostado articular una estrategia de comercialización consensuada que bajo un mismo sello de certificación o marca incremente la cuota de penetración de este producto en el mercado nacional y exterior.
Mediante la creación de la Smart Label se pretende además comunicar al consumidor y a la sociedad en general el compromiso con la conservación del territorio y con el futuro de las comunidades rurales que dependen de sus recursos naturales.